OXIGENOTERAPIA

   
    La oxigenoterapia es la administración de oxígeno en una cantidad superior a la que encontramos en un ambiente normal, su objetivo es garantizar la oxigenación de los tejidos del cuerpo. Es el principal tratamiento de la hipoxemia y un elemento fundamental para la mejora de la insuficiencia crónica y aguda.

 Es definida como el aporte artificial de oxígeno, en concentraciones elevadas, cuya finalidad es prevenir o tratar la deficiencia de oxígeno (hipoxia) en la sangre, las células y los tejidos del organismo. Por esta razón, su principal uso está indicado para las personas que padecen insuficiencia respiratoria crónica y es una herramienta fundamental para aquellos pacientes que sufren una insuficiencia respiratoria aguda.



    Esta indicada en pacientes que padecen las siguientes enfermedades o condiciones:

 

    • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
    • Neumonía
    • Enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)
    • Ataque grave de asma
    • Insuficiencia cardíaca en etapa avanzada
    • Fibrosis quística
    • Apnea del sueño

 

    Como objetivos de la oxigenoterapia se pueden destacar el tratamiento o la prevención de la hipoxemia, el tratamiento de la hipertensión pulmonar (HTP) y la reducción del trabajo respiratorio y miocárdico. Su uso está indicado cuando la pO2 (presión parcial de oxígeno) es inferior a 55-60 mmHg, cifra que se corresponde con una saturación de hemoglobina del 90%, ya que con este aporte el contenido total de O2 y los tejidos se ven perjudicados.



    Por lo tanto hipoxemia se refiere a una baja del contenido y/o presión parcial de O2 en la sangre arterial. Y la hipoxia es uno de los resultado de la hipoxemia; la disminución del aporte de oxígeno a las células, lo que limita la producción de energía a niveles por debajo de los requerimientos celulares.

    Los órganos más susceptibles a la baja saturación son el cerebro, las glándulas suprarrenales, el hígado, el corazón y los riñones.

 

 EXISTEN DOS TIPOS DE OXIGENOTERAPIA

    La oxigenoterapia normobárica: el oxígeno es suministrado a través de cánulas nasales, mascarillas o tiendas de oxígeno. El oxígeno que se administra se dosifica en concentraciones que varían entre el 21 y el 100%.


    La oxigenoterapia hiperbárica: el oxígeno es suministrado mediante casco o mascarilla. El O2 es administrado al 100% de concentración en un ambiente presurizado. Con este método lo que se consigue es aumentar el aporte de oxígeno mediante la hemoglobina incrementando la presión de oxígeno alveolar, gracias a esto disminuye el trabajo respiratorio y cardíaco manteniendo la presión de oxígeno constante.

Los dispositivos usados dependerán de las características de cada paciente, de su patología y de su respuesta al tratamiento.

 

VÍAS POR LAS QUE ADMINISTRAR EL OXÍGENO

Cuando se administra oxígeno es muy importante que se haga con la cantidad de gas adecuada, a lo que llamamos flujo, y el dispositivo conveniente. El criterio más usado para la clasificación de los sistemas de administración de oxígeno es la cantidad de flujo que ha de llegar al paciente, es decir, alto o bajo.


 

BAJO FLUJO

Indicado en pacientes conscientes y colaboradores. Se caracteriza por no poder conocer la verdadera concentración de oxígeno del aire inspirado por el paciente, ya que depende del flujo del oxígeno que se suministra, del volumen corriente y de la frecuencia respiratoria del individuo. Los sistemas más habituales son:

Puntas nasales: constan de dos cánulas que se introducen por ambos orificios nasales. Son el sistema más cómodo y se utiliza en pacientes con dificultad respiratoria leve. Gracias a su ergonomía los pacientes pueden realizar sus funciones básicas sin interrumpir el aporte de oxígeno.

Mascarilla simple: se adapta a nariz, boca y mentón y posee unos orificios laterales que permiten la salida del aire espirado. Indicada en pacientes con dificultad respiratoria leve/moderada, con hipoxemia aguda o crónica o para el transporte de urgencia.

Mascarilla con reservorio: es una mascarilla facial, que se ajusta con una cinta y un pasador, con una bolsa de reservorio en el inferior que debe estar inflada en todo momento. Es la que más concentración de oxígeno produce, por ello se utiliza para pacientes con insuficiencia respiratoria grave o con intoxicación de monóxido de carbono, para la administración de anestésicos o tras la retirada de ventilación mecánica.

ALTO FLUJO

Se utiliza en pacientes con insuficiencia respiratoria aguda grave. Es un sistema que se caracteriza por proporcionar el requerimiento inspiratorio total del paciente y por el aporte constante de la concentración de oxígeno. Los sistemas más utilizados son:

Mascarilla ventimask o Venturi: ergonomía parecida a las mascarillas simples. Está indicada para pacientes con hipoxemia moderada, retención de dióxido de carbono y en los que se debe asegurar el aumento de presión arterial de oxígeno, al mismo tiempo que se conserva la respuesta ventilatoria a la hipoxemia.

Cánulas nasales de alto flujo: similares a las puntas nasales, también tienen dos cánulas que se introducen en los orificios nasales, se diferencian en la rigidez y largura. Están indicadas en pacientes con necesidades de aporte de oxígeno elevados, insuficiencia moderada y tras la extubación.



 

 

TÉCNICA, MATERIAL Y EQUIPO NECESARIO PARA LA ADMINISTRACIÓN DE OXÍGENO

Material: 

  • Humidificador
  • Caudalímetro
  • Regulador de flujo (manómetro y manorreductor)
  • Fuente de suministro de oxígeno
  • Dispositivo para la administración de oxígeno Sistemas de administración O2.
  • Conexiones.
  • Alargadera, si es preciso, para facilitar la movilidad del paciente.
  • Tubo en T en el caso de traqueotomía.
  • Guantes

Pasos:

  1. Inspeccionar el cuarto del paciente y retirar dispositivos electrónicos no necesarios, colocar un letrero que diga “NO FUMAR” y “PRECAUCION OXIGENO”.
  2. Educar al paciente, la razón por la cual se le realizara la oxigenoterapia. 
  3. Conectar el medidor del humificador y este a la toma de oxígeno.
  4. Conectar la mascarilla al humificador.
  5. Valorar el funcionamiento del equipo antes de colocar.
  6.  Colocar paciente en posición semifowler.
  7.  Revisar que las vías respiratorias del paciente estén libres de secreción. 
  8. Colocar el equipo al paciente cuidadosamente. 
  9. Utilizar el saturador de pulso para controlar la frecuencia cardíaca y la saturación de oxigeno del paciente. 
  10. Vigilar al paciente constantemente.

Medidas de seguridad:

    • No se fumará en la misma habitación en la que se encuentre el aparato. 
    • No se debe colocar el aparato cerca de cuentes de calor.
    • La habitación debe airarse frecuentemente. 
    • La posición en la que se transportan los equipos tiene que ser vertical.
    • Los orificios nasales deben de estar limpios. 
    • El flujo prescrito por el médico no se debe de modificar nunca. 






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